En la segunda parte del debate sobre la transición energética entre Paul Wilczek, responsable de Política Energética, Clima y Sostenibilidad de Eurelectric, y Peter Warren, experto de CGI, se centran en las oportunidades y los retos de la producción de energía local, el papel de la IA y las nuevas tecnologías en el equilibrio de las redes eléctricas descentralizadas y los beneficios a largo plazo de la descarbonización y electrificación del sector energético.

El auge de las energías renovables en Europa

La producción de energía local y las energías renovables están aumentando, ya que la energía y la seguridad de los combustibles fósiles procedentes de regiones más volátiles se enfrentan a mayores interrupciones y costes. Basándose en diversos estudios, proyecciones y publicaciones de la Comisión Europea, Paul indica que se espera que el despliegue de fuentes de energía renovables -en particular la energía solar fotovoltaica (FV) y la energía eólica terrestre y marítima- experimente un incremento masivo en Europa en todos los escenarios.

Las proyecciones de Eurelectric indican que la generación de energía solar y eólica se triplicará o incluso cuadruplicará en 2040 y 2050.

Como explica Paul, este rápido crecimiento de la producción local de energías renovables ofrece varias ventajas:

  • Producción propia de electricidad: Europa tendrá una parte significativa de su electricidad generada internamente, lo que reducirá la dependencia de las importaciones de partners extranjeros potencialmente poco fiables, mejorando así la seguridad energética y la fiabilidad del suministro.
  • Descarbonización: las fuentes de energía renovable como la solar y la eólica no emiten carbono, lo que contribuye a la descarbonización del sector eléctrico europeo.
  • Previsibilidad de los precios: la energía renovable producida a nivel nacional puede proporcionar precios de la electricidad más predecibles y estables, reduciendo la volatilidad asociada a las fuentes de energía importadas.

Al mismo tiempo, señala que el aumento previsto en el despliegue de las energías renovables también presenta desafíos: un crecimiento tan rápido también exige abordar los retos de la variabilidad y la necesidad de inversiones sustanciales.

El papel de la IA y las nuevas tecnologías en la gestión eficiente del sistema energético

Aunque la generación tradicional de energía, como la hidroeléctrica, seguirá desempeñando un papel importante, dice Peter, el gran cambio hacia fuentes renovables pero volátiles, como la eólica y la solar, afecta no sólo al volumen de energía producida, sino también a la frecuencia y al equilibrio de la red cuando brilla el sol o sopla el viento. Las nuevas tecnologías, sugiere, desempeñarán un papel de apoyo en la transición a la producción de recursos energéticos distribuidos (DER).

Paul está de acuerdo y señala que hace una década pocos preveían el actual predominio de la energía eólica y solar. Se esperaba que tecnologías como la biomasa y la geotérmica tuvieran un papel más importante. Sin embargo, la caída en picado de los costes de la energía eólica y solar las ha convertido en las claras vencedoras por ahora.

Dicho esto, otras tecnologías como la geotérmica, la mejora de la energía hidroeléctrica y el aumento de la eficiencia en todas las fuentes podrían seguir desempeñando un papel cada vez más importante en la combinación energética descarbonizada, junto con algunas fuentes gestionables como la nuclear en determinadas regiones.

Para Paul, el avance clave consiste en gestionar el sistema -la variabilidad y la flexibilidad- para integrar todas estas fuentes renovables variables de forma rentable. Se trata de un reto complejo y de múltiples niveles que implica:

  • Gestión inteligente de la red por parte de los operadores
  • Atraer a los consumidores con tarificación inteligente, precios dinámicos, etc.
  • Soluciones asequibles de almacenamiento de energía
  • Orquestación basada en el mercado en lugar de control descendente

La gestión eficiente del sistema energético, añade Peter, requiere datos de alta calidad a gran escala y ritmo, lo que supone una oportunidad para que nuevas tecnologías como la IA ayuden en la predicción, el equilibrio y la toma de decisiones.

Los principales retos son predecir cuándo estará disponible la energía eólica y solar, prever los patrones de consumo energético y comprender los comportamientos de carga de los vehículos eléctricos (VE). Sin embargo, según Paul, esto debe verse como una oportunidad más que como un reto, ya que algunas regiones de Europa han integrado con éxito en sus sistemas cantidades significativas de fuentes de energía renovables variables.

Prepararse para el futuro flexible de la energía

Para prepararse para los cambios que se avecinan en el sector de la energía impulsados por la transición a las fuentes renovables, Paul sugiere que las organizaciones se centren en adoptar la flexibilidad como principio básico y deberían:

  • Comprender las distintas fuentes de flexibilidad (red, demanda, producción de energía, mercados) y los datos relacionados.
  • Explorar oportunidades para beneficiarse de la flexibilidad, ya sea mediante la gestión de la demanda, la participación en el mercado o los servicios de red.
  • Adoptar tecnologías flexibles e inteligentes como contadores inteligentes, vehículos eléctricos (VE) como baterías móviles y sistemas de vehículo a red (V2G).

Centrarse en los beneficios a largo plazo, la innovación y las colaboraciones

Aunque la transición energética implicará costes iniciales significativos, es esencial que las organizaciones tengan en cuenta los beneficios a largo plazo y exploren activamente soluciones innovadoras y colaboraciones para aprovechar las oportunidades emergentes. Como recomienda Paul:

  • No hay que centrarse únicamente en los costes; también hay que considerar los beneficios de la descarbonización, la electrificación y la eficiencia energética.
  • Evaluar el coste potencial de la inacción y la dependencia de fuentes de energía externas, como ha puesto de relieve la crisis de Ucrania.
  • Considerar los gastos como inversiones y no sólo como costes, ya que generarán ahorros y beneficios a largo plazo.
  • Colaborar con proveedores de tecnología y fabricantes de automóviles que ofrezcan soluciones V2G, como la colaboración entre una empresa solar estadounidense y Ford para el F-150 Lightning.
  • Colaborar con proveedores de almacenamiento de energía y explorar casos de negocio de sistemas de almacenamiento de energía (ESS) para aumentar la utilización de energías renovables y la flexibilidad de la red.
  • Participar en debates normativos y de políticas para configurar marcos que permitan la adopción de las ESS y servicios de flexibilidad.

En última instancia, gestionar las complejidades de un panorama energético en evolución requiere datos innovadores, tecnologías y una mentalidad de ecosistema colaborativo que trascienda las fronteras tradicionales del sector. Aprovechar estas oportunidades y las innovaciones digitales puede impulsar la transición energética.