IoT, analítica de datos e inteligencia artificial son aliados en el viaje
Inmersa en la crisis energética desencadenada por la invasión rusa en Ucrania, es un momento crítico para que la Unión Europea (UE) avance en la transición energética. Un reto en el que las nuevas tecnologías -especialmente el Internet de las Cosas (IoT), la analítica de datos y la inteligencia artificial (IA)- son las protagonistas para encontrar la solución.
En las entrevistas de CGI Voice of Our Clients a directivos de empresas energéticas y de utilities, el 77% de los líderes digitales (aquellos que producen los resultados esperados de sus estrategias digitales) consideran que la sostenibilidad medioambiental es fundamental para crear valor futuro para los clientes. Este porcentaje es muy superior al 55% de media de los líderes digitales de todos los sectores. Además, la transición energética es la principal prioridad empresarial para los ejecutivos del sector de la energía y utilities en general.
Acelerando la energía limpia
La transición energética es urgente. Con los precios de los combustibles al alza y el suministro de gas en una encrucijada, el desarrollo y el uso óptimo de las energías renovables, que ya era una prioridad para la UE, resulta crucial.
En línea con el Acuerdo de París, ratificado por Europa y España en 2016 y 2017, respectivamente, la UE presentó en 2016 la propuesta "Energía limpia para todos los europeos”. También conocido como el "paquete de invierno", esta propuesta establecía el marco regulatorio para alcanzar una serie de objetivos en 2030, entre los que destacan la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 40% respecto a 1990, que las renovables alcancen el 32% del consumo total de energía, mejorar la eficiencia energética en un 32,5%, y lograr el 15% de interconexión eléctrica de los Estados miembros.
El Pacto Verde Europeo, o European Green Deal, presentado a finales de 2019, incide también en el impulso de la transición energética con el desarrollo de energías limpias y contempla alcanzar una UE climáticamente neutra en 2050.
En respuesta a los requerimientos de la UE, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico de España remitió a la Comisión Europea (CE) el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que establece como objetivos reducir las emisiones de GEI, así como avanzar en el desarrollo de las renovables y la eficiencia energética.
En la misma línea, en mayo de 2021 se aprobó la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que fija el objetivo de reducir las emisiones de GEI de España en al menos un 23% en 2030 respecto a 1990. Para ello, se pretende que las energías renovables supongan al menos el 42% del consumo energético, y que el sistema eléctrico cuente con un 74% de generación a partir de dichas energías.
Habilitando la inspección inteligente de las plantas fotovoltaicas
En este escenario, la energía solar fotovoltaica sigue creciendo. En el caso de España, los datos del operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), rebautizado como Redeia, muestran que la potencia fotovoltaica podría alcanzar los 17 GW a finales de 2022. La fotovoltaica ha duplicado su potencia instalada en los últimos cuatro años y podría superar a la hidroeléctrica como tercera fuente de electricidad por potencia instalada a finales de año. Las dos fuentes principales son la energía eólica y las plantas de ciclo combinado.
En CGI ayudamos a las empresas energéticas y de utilities a aumentar su desarrollo de las energías renovables. En el caso de las grandes plantas fotovoltaicas en España, por ejemplo, proporcionamos sistemas avanzados de mantenimiento con herramientas para monitorizar y garantizar el correcto rendimiento de cada panel. La solución combina drones, o "IoT volador", e inteligencia artificial (IA) para reducir de semanas a días las inspecciones obligatorias de las plantas, reduciendo los costes de mantenimiento y añadiendo inteligencia para la toma de decisiones.
La combinación de drones e IA reduce de semanas a días las inspecciones obligatorias de plantas fotovoltaicas.
Se realiza un primer vuelo de auditoría con drones cuando la planta entra en servicio para crear un mapa georreferenciado de los paneles. A partir de ahí, las futuras inspecciones pueden realizarse de forma autónoma. Gracias a las redes neuronales integradas en los drones, es posible detectar patrones de problemas, fallos o anomalías en un vuelo de verificación. El dron se controla para que descienda a baja altura y tome fotografías (RGB + IR) del panel afectado para adoptar la decisión óptima.
El análisis se realiza en tiempo real. Al final del vuelo, la empresa que mantiene la planta dispone de un informe detallado que identifica el tipo de fallo, avería o incidencia de cada panel. La solución también proporciona un dashboard que muestra información detallada sobre las inspecciones realizadas en los últimos años para la planta, o conjunto de plantas.
Un dashboard muestra información detallada sobre las inspecciones realizadas.
La solución sigue evolucionando para incorporar análisis predictivos y determinar, entre otras cosas, el impacto económico de diferentes fallos o averías en la producción.
Impulsando la sostenibilidad
La transición energética requiere nuevas inversiones y modelos de negocio que permitan a las empresas hacer frente a la creciente competencia y a la presión de los grupos de interés para descarbonizar, digitalizar y aumentar la producción sostenible. En CGI combinamos nuestro profundo conocimiento de las tendencias, retos y prioridades del sector energético y de utilities para ayudar a los clientes a superar los desafíos y aprovechar las oportunidades asociadas a la sostenibilidad. Obtén más información sobre cómo CGI puede apoyarte en tu viaje hacia la transición energética.
*Líderes digitales son organizaciones que indican en las entrevistas de CGI Voice of Our Clients que están produciendo los resultados esperados de sus estrategias digitales.